17-JUN-2020 · ADOLFO FERNÁNDEZ GARCÍA DEL CAMPO
Era a finales del 19 cuando pensábamos en crecer en el 20. Era a finales del 19 cuando “algo fuera de lo normal” nos acechaba en secreto para hacer de ese crecimiento esperado una quimera. Todo el esfuerzo de planificación en 2019 ha sido un tanto inútil. Se han acelerado tendencias que se preveían para más adelante, otras se han parado temporalmente. Estas últimas volverán a ponerse en marcha pues no ha habido, en la mayoría de los casos, causas para abandonar los planes que ya estaban en marcha.
El COVID-19 ha traído muchos retos en todos los aspectos de nuestra vida: personal, familiar, profesional, social… Ha generado en nosotros todas las emociones posibles y respuestas de toda clase. Hemos pasado por un proceso de aceptación de un mal, desde la negación de la realidad hasta la adaptación al nuevo entorno. En este nuevo entorno, los retos principales, que debemos afrontar, sin considerar el tema de la salud que es sin duda el principal, son y siguen siendo: recesión, incertidumbre y separación.
Pero no todo es negativo, estos tres elementos que caracterizan a la llamada "nueva normalidad" traen consigo un fuerte impulso tecnológico. El proceso de Transformación Digital que hasta ahora muchas organizaciones han aplazado, se ha vuelto una necesidad para aquellos negocios que desean sobrevivir.
La economía se ha venido abajo. No para todos, algunos se han beneficiado, pero para la mayoría ha ido a peor. Los trabajadores se han quedado sin trabajo temporal o de forma definitiva y muchas empresas han cerrado también temporal y, quizá, definitivamente.
Es difícil hablar en este caso de agilidad para adaptarse, o se estaba o no se estaba preparado, no hubo apenas tiempo. Quien tenía su negocio adaptado al comercio electrónico, si se ha visto perjudicado ha sido porque en la cadena de valor alguien fallaba, incluso sus clientes fallaban, pero él resistió… o podría haber resistido.
El sector público que ya estaba avanzado en su transformación digital, ha notado menos la bajada de actividad. Ha podido ofrecer a sus administrados la posibilidad de realizar gestiones on-line durante la cuarentena.
Los asistentes virtuales como ayudantes en nuestras acciones digitales y asesores en nuestros procesos decisorios, crecerán en presencia como complemento de ese comercio electrónico y de esas plataformas de trámites digitales.
¿Qué pasará mañana? Volveremos a estar como antes (más o menos). Volverá a pasar lo mismo (más o menos). En este entorno incierto se necesita capacidad predictiva para poder reaccionar a tiempo. La Analítica Predictiva y la Inteligencia Artificial, serán cruciales para este nuevo entorno.
Los escenarios que se nos presentan son múltiples: ¿No habrá vacuna y habrá rebrote? ¿Habrá vacuna y no rebrote? ¿Habrá vacuna y rebrote? ¿No habrá vacuna y no habrá rebrote? Urge la lógica de tres estados, uno no categórico: el estado de la incertidumbre. Sí, No, Quizás. ¿Cuánto quizás? Analizar los escenarios requerirá mucha inteligencia natural … y artificial.
La distancia, separarnos para protegernos. La cercanía, tan arraigada en nuestra cultura, tan fiel a nuestras costumbres, sufre. Aún tenemos mucha dependencia de la presencia en el puesto de trabajo. Aún existe mucho trabajo manual que es posible automatizar. La separación será más fácil en la medida que no dependamos de la intervención directa de la persona y de la presencia en un lugar concreto.
La Analítica Prescriptiva, los robots, chatbots, incrementarán día a día la automatización de procesos para depender menos de personas y de lugares. El control de la actividad remota, la coordinación y colaboración, mediante el uso de herramientas colaborativas, son y serán indispensables para mantener una eficacia y eficiencia en este modelo de trabajo remoto, de estudio (e-learning), y en general en cualquier actividad que requiera colaboración desde la separación física.
Y por supuesto, todas esas plataformas sociales y de comunicación remota, nos servirán también en los aspectos no profesionales. Seguiremos compartiendo la comida on-line con la familia lejana. Quedaremos para el e-aperitivo o una e-cena con los amigos. E-celebraremos los cumpleaños y eventos especiales. Nos uniremos a un e-concierto, iremos al cine, nos saltaremos las reglas y beberemos y comeremos mientras disfrutamos del teatro. Y todo sin salir de casa… (esto es de un anuncio).
En Grupo ICA conocemos esto, lo hemos visto, lo hemos vivido, estábamos preparados para reaccionar tanto para nosotros como para nuestros clientes gracias a que la transformación digital es parte de nuestra genética de negocio. Y queremos estar contigo para afrontar esos retos juntos, y salgamos adelante aprovechando todos los beneficios que la tecnología nos ofrece. Debemos saber vivir con y sin el COVID-19.
Así lo hemos hecho. Nos hemos ido a casa y nos hemos quedado allí, esperando a que se dieran las circunstancias para volver a la “nueva normalidad”. Quizá vuelva a ser la misma normalidad que teníamos si la respuesta a una de las preguntas anteriores: ¿habrá vacuna y no rebrote?, ha sido categóricamente un SÍ. En cualquier caso, la Transformación Digital no es ya un deseo, es una clara necesidad. Tanto a nivel personal, familiar, profesional, social… debemos aprovechar todo lo que la tecnología nos ofrece para adaptarnos a esta inesperada realidad. Recordad... COnviVID.