¿Alguna vez has acudido directamente a una empresa farmacéutica en busca de un medicamento o has dejado que un cirujano sin formación te realice una cirugía? Seguro que no. En el primer caso, acudes a tu médico de confianza, aquel que siendo un especialista en su campo, te ayuda a identificar la fuente de tu dolencia y que, conociendo todos los remedios existentes, te recetará el medicamento que más te convenga. Y en el segundo, te aseguras de que el cirujano sea el mejor en su especialidad para minimizar los riesgos que conlleva una intervención quirúrgica.
Pues lo mismo ocurre con la integración de sistemas TI. Por qué acudir directamente a un fabricante en busca de la solución a un problema echando a perder todos los beneficios que aporta contar con un integrador cualificado.
La mejor solución para cubrir tus necesidades debes elegirla tú contando con la mayor información posible. Mientras que los fabricantes poseen conocimientos sobre sus propias soluciones y su prescripción es, por tanto, algo sesgada, el integrador de sistemas como actor independiente conocedor de más de una solución para un mismo problema, te presentará las alternativas que más te convengan y te acompañará en el proceso de valoración de las ofertas que mejor se adapten a ti.
Si quieres hacer una buena prospección por tu cuenta de todas las soluciones existentes en el mercado, más vale que tengas mucho tiempo libre. Entender la tecnología, comparar las funcionalidades de las diferentes soluciones disponibles y solicitar presupuestos a los fabricantes te llevará meses. Al contar con un integrador, tendrás sobre tu mesa las alternativas que mejor se adapten a ti en cuestión de horas/días.
Ser conocedores de las mejores soluciones existentes para un mismo problema y tener la labor de presentar diferentes opciones, produce un escenario de competencia en el que los fabricantes ofertan, a través del integrador de sistemas, sus soluciones hasta un 20% por debajo de su precio estándar, es decir, del que recibirías si acudieras directamente a ellos. Además, los costes de instalación e integración son hasta un 50% más bajos en los proveedores especializados en este tipo de servicios.
Las infraestructuras existentes siempre están formadas por diversos productos de una multitud de fabricantes. Además, están los programas de inversiones y amortizaciones que impiden modificar continuamente los diferentes componentes de la infraestructura. Las nuevas soluciones adquiridas deberán instalarse e integrarse correctamente para asegurar que todos los productos estén interconectados de forma adecuada. Es el integrador quien posee conocimiento no solo del nuevo producto a incorporar sino de los requisitos que debe cumplir para garantizar la conectividad e interconexión con los componentes existentes en la infraestructura.
Volviendo al símil médico, de la misma forma que para una cirugía médica pones bajo la lupa los conocimientos, formación, experiencia y capacidades de tu cirujano, deberías hacer lo mismo a la hora de seleccionar el integrador de sistemas que va a operar en las partes más sensibles de tus infraestructuras. Pero ¿a qué debemos prestar atención a la hora de seleccionar un integrador?
Busca un integrador que ya tenga las lecciones aprendidas y se haya enfrentado anteriormente a proyectos como el tuyo. Siempre solicita referencias en proyectos similares para verificar el éxito en la ejecución de los mismos. No olvides asegurarte también de que, a nivel individual, el equipo técnico que va a participar haya realizado ya este tipo de proyectos y haya trabajado anteriormente con la tecnología que se está implantando.
Si lleva muchos años ofreciendo sus servicios a organizaciones de forma recurrente, significa que confían en su saber hacer. Contar con un integrador de sistemas que tenga muchos años de experiencia garantiza mejores resultados. A lo largo de su tiempo en el mercado, se habrá encontrado problemáticas de todo tipo, lo que le permitirá resolver problemas nuevos con mayor eficacia.
Las certificaciones avalan el cumplimiento y la adecuación de la ejecución de los proyectos a unos estándares nacionales e internacionales establecidos por organismos oficiales. Revisando su adhesión a ISO 9.000, 20.000 y 27.000, entre otros, podrás asegurar su cumplimiento de buenas prácticas.
La fórmula en este caso es sencilla: a mayor portfolio de partners, mayor variedad de soluciones entre las que elegir y, por tanto, mayor independencia. El integrador conoce la amplia cartera de productos que ofrecen los fabricantes de los cuales es partner y sabe cuáles son los que realmente cubren una necesidad concreta o tienen la mejor relación calidad-precio.
Los integradores, para poder instalar las soluciones de fabricante, deben contar con personal certificado en estas tecnologías. Sus programas de certificación son altamente exigentes en cuanto al cumplimiento de requisitos técnicos y de metodología, con el objetivo de garantizar la alta capacidad técnica del personal certificado para implantar esa solución en tu infraestructura. Además, para asegurar que el integrador de sistemas es capaz de responder a proyectos de mayor envergadura y alta complejidad, debes confirmar que dispone de varias personas certificadas en la tecnología correspondiente.
Algunos proyectos tienen un componente de financiación elevado que deberás tener en cuenta. Por ejemplo, la mayoría de los proyectos grandes y complejos conllevan plazos de implantación y de pago bastante exigentes a los que el integrador debe poder hacer frente.
Contar con un integrador de confianza, te permite seleccionar de forma rápida y cualificada la solución tecnológica que mejor cubre tus necesidades además de acceder a precios más bajos y garantizar el buen funcionamiento de una infraestructura multisolución y multifabricante correctamente interconectada. En Grupo ICA, llevamos 35 años acompañando a nuestros clientes en sus proyectos de integración de distinta envergadura. Contamos con un extenso portfolio de partners, certificaciones y experiencia. ¡No olvides acudir siempre al mejor cirujano!