La mayoría de las redes WAN actuales han entrado en proceso de obsolescencia o no son capaces de responder a las nuevas necesidades de conectividad de los entornos empresariales. Estas redes fueron diseñadas hace más de una década y no están preparadas para hacer frente a la cloud, la movilidad, la virtualización y el IoT.
Los usuarios de las oficinas remotas consumen cada vez mayor ancho de banda WAN. El auge de las aplicaciones colaborativas online, el incremento del uso del SaaS/IaaS, servicios en la nube y otras aplicaciones, consumen un gran ancho de banda. Además, una parte importante del tráfico WAN corre sobre circuitos MPLS que, a pesar de ser altamente fiables, presentan un alto coste o sobre conexiones de Internet (ADSL, VDSL, LTE) que no proporcionan la misma calidad ni disponibilidad. La mejora en la eficiencia del funcionamiento de la red asociada a SD-WAN proporciona una mejor experiencia de usuario y una mayor disponibilidad, a la vez que reduce el coste significativamente.
Los responsables de TI ya no ven suficientes los servicios WAN sobre MPLS para interconectar oficinas remotas, sucursales, campus y centros de datos. Los nuevos y rápidos cambios tecnológicos traen consigo la urgencia por adoptar un nuevo modelo de red más flexible, más económica y más segura. De esta manera, las redes SD-WAN han sido creadas como respuesta a las necesidades de calidad de servicio, mejora del rendimiento de las aplicaciones empresariales, mayor flexibilidad y agilidad de las conexiones, mejor experiencia de usuario y bajos costes. Además, este tipo de redes informáticas incluyen nuevas ventajas, como una gestión de red centralizada y la aceleración de los tiempos de instalación a través del despliegue automático.
Las redes SD-WAN se caracterizan por su flexibilidad y su capacidad de selección automática de ruta, independientemente del tipo de línea. Dirigen el tráfico en función de la prioridad de la aplicación (considerando el tipo de tráfico, su calidad, la latencia, el ancho de banda disponible y otras políticas programables), distribuyéndolo entre los enlaces de alto rendimiento y el resto de recursos de menor coste. En caso de fallo de algún enlace de alto rendimiento, las redes SD-WAN actúan de forma automática protegiendo la disponibilidad de las principales aplicaciones y redireccionando el tráfico a los enlaces que estén en buenas condiciones. También nos permiten asignar o descartar un tipo de línea concreto para determinado tráfico.
SD-WAN es una arquitectura centralizada en la nube, por lo que su instalación en sucursales o campus se completa en tan solo unos minutos. La configuración de la nueva sucursal se realiza de forma remota, sin la necesidad de desplazar un equipo humano técnico hasta allí. Los dispositivos son enviados a la sucursal donde cualquier persona tendrá únicamente que conectarlo a la corriente y a la red para que comience a funcionar. Su administración se realiza mediante una interfaz única, centralizada y sencilla. Así, los administradores no necesitan bajar al nivel IP para programar la red. Con SD-WAN, los costes de instalación se reducen significativamente, agiliza y acelera la interconexión de las nuevas sucursales y reduce la probabilidad de error al tratarse de un despliegue automático.
La nueva tecnología SD-WAN responde a las necesidades de las organizaciones que buscan conexiones más económicas sin perder calidad en el servicio. La reducción de costes que se consigue con este nuevo tipo de redes informáticas, en comparación con las tradicionales MPLS, es sustancial. En términos de ROI, estas redes muestran resultados de forma más rápida, al mejorar la eficiencia y el rendimiento de las redes informáticas. Las ventajas que ofrece SD-WAN se deben, entre otros, al despliegue automático que ya no requiere de largos y costosos traslados de personal a las sucursales y a la posibilidad de contratar diferentes tipos de proveedores de conectividad.
Debido a la necesidad de visibilidad entre los diferentes elementos que forman la arquitectura empresarial (sedes, centros de datos y recursos en cloud), la seguridad es uno de los pilares de las redes SD-WAN. Este hecho supone que la seguridad tenga que cubrir desde la transmisión de los datos (mediante túneles IPSec) hasta las diferentes infraestructuras (NGFW, IDS y otros). La seguridad en SD-WAN se ve optimizada gracias a una automatización de configuraciones que permite crear una malla full-mesh entre las diferentes delegaciones, incluida la cloud. Con SD-WAN, se consigue proteger a los usuarios, a todos los dispositivos conectados y a todo el tráfico que atraviesa la WAN.
El proceso de sustitución de las redes tradicionales por SD-WAN es un proceso escalonado, por lo que seguramente los recursos MPLS coexistan junto a estas nuevas redes temporalmente. La migración debe ser planificada al detalle, teniendo en cuenta diferentes aspectos. Además, causar cero impacto sobre el negocio y la experiencia de usuario es básico para que un proyecto de este tipo sea exitoso. Para disfrutar de las ventajas que aportan estas redes informáticas y evitar de la mayor forma posible errores y puntos débiles en la seguridad, se debe contar siempre con soporte y ayuda de un especialista. Por eso, tan solo un integrador TI con experiencia podrá garantizar una correcta transición.
Las arquitecturas de red WAN han evolucionado, incorporando en ellas capacidades SDN. Estas nuevas redes de área extensa definidas por software han nacido para simplificar el despliegue y la gestión de la conectividad entre sedes y oficinas remotas. SD-WAN gestiona distintos tipos de conexiones permitiendo a los administradores incrementar la eficiencia del ancho de banda, mejorar el rendimiento de las aplicaciones y la experiencia de usuario. Ahora, las organizaciones pueden disfrutar de mayores ventajas que las ofrecidas por redes MPLS a menor coste y con un drástico aumento del retorno de la inversión.
