La transformación digital es el perejil de todas las salsas. No paramos de oír hablar de ella pero, desafortunadamente, hemos dado este paso sin estar completamente preparados. Muchas organizaciones han empezado la casa por el tejado y han dejado de lado un pilar fundamental en el proceso de transformación digital: las redes. Algunos departamentos de TI tienen que lidiar día a día con redes WAN que no están preparadas para el tráfico que requieren los desafíos tecnológicos de la actualidad. La adopción de la nube o la apertura de las empresas a Internet aumentan el tráfico y, por tanto, la complejidad de la gestión.
Estas tecnologías digitales de las que hacen cada vez más uso las compañías, como la movilidad, el Big Data o las redes sociales, cambian drásticamente la forma de hacer negocios y aumentan la ventaja competitiva tanto de grandes como de pequeñas empresas. Hablamos de un gran impulso que nos trae muchas ventajas, pero que necesita ir de la mano de una evolución de las redes. Por ejemplo, con los actuales cambios en los modelos comerciales, las compañías han apostado por los servicios en la nube y esto significa que su arquitectura WAN experimenta un incremento repentino del tráfico que accede a estas aplicaciones diversas a nivel global.
Además, las formas de conexión de los distintos usuarios también han cambiado y son cada vez más complejas. Se conectan muchos más tipos de usuarios, con varios dispositivos distintos y a varios entornos cloud. Las redes WAN convencionales no están preparadas para soportar esta transformación digital. ¿El motivo? El auge sin precedentes del tráfico WAN que implica la adopción de la nube en una compañía. Este aumento del tráfico, además de una mayor complejidad en la gestión de la red, conlleva una importante imprevisibilidad del rendimiento de las aplicaciones y una mayor vulnerabilidad de los datos.
La apertura de las empresas a Internet y a la nube también trae consigo problemas de seguridad y de cumplimiento, ya que las complicaciones nacen al tener que proteger los recursos corporativos con una plantilla diversa que accede a nuestras aplicaciones de diferentes maneras y desde distintos dispositivos. “Las redes corporativas no han sufrido apenas cambios en 20 años y no fueron diseñadas, precisamente, para estos momentos”, aseguraba uno de los analistas principales de IDG Research. En este sentido, las redes WAN definidas por software, SD-WAN, se han convertido en la solución ideal para cubrir la actualización de las redes que demandan las empresas y con presupuestos más accesibles.
Las redes definidas por software cada vez cobran más protagonismo debido a la monitorización, análisis y control de red basado en software que facilita la complejidad de la gestión de las redes en entornos cada vez más enrevesados. Con la alteración de los flujos de tráfico, esta tecnología permite que la conexión a Internet esté disponible fácilmente, ya que es rápida de desplegar, tiene un coste menor que las redes convencionales y ofrece fiabilidad y seguridad.
Los departamentos de TI, gracias a SD-WAN, podrán mejorar la experiencia de usuario gracias a la optimización y mejora del rendimiento de las aplicaciones de la nube para los distintos tipos de usuarios desde cualquier lugar del planeta. Además, facilitan la escalabilidad en miles de terminales, en modalidad campus, en la nube o en diferentes sucursales. Con un mayor control de la red, las redes definidas por software nos brindan la capacidad de automatizar su implementación, gracias a la facilidad y rapidez del despliegue a las distintas sucursales de forma remota, suprimiendo la necesidad de enviar parte de nuestro equipo a estas oficinas.
Otra de sus grandes ventajas es la automatización de la gestión del tráfico, ya que permite a los gestores de la red establecer las prioridades de tráfico, automatizando los cambios en los flujos de tráfico del día a día de la red. De esta manera, el ancho de banda se puede añadir o reducir de forma muy sencilla en función de lo que el negocio necesite en cada momento, brindando una mayor agilidad. Además, SD-WAN cuenta con ventajas especiales en entornos cloud, mejorando la experiencia de usuario en oficinas remotas en el uso de aplicaciones SaaS o cloud. Todo esto sin dejar la seguridad de lado.
Este nuevo enfoque para la conectividad de red reduce significativamente los costes operativos, mejorando el rendimiento de las aplicaciones y aumentando su agilidad. Además, la experiencia de usuario se optimiza y los administradores pueden usar el ancho de banda de forma mucho más eficiente, mejorando el nivel de rendimiento de las aplicaciones esenciales para el negocio. Como podemos ver, las redes SD-WAN permiten una mejor y más flexible utilización de los recursos.